Talento Emergente 2018: de menos a más

Vamos a aprovechar esta introducción para plantear diálogos que no caben en otra parte (por ahora). La manera acosadora con la que Goliat retrata la paternidad prematura contra el naturalismo distante con el que lo hace Milla. Los momentos en los que Al abrir mis ojosFélicité ponen a cantar a sus protagonistas. La burla del estancamiento campirano que Hoy partido a las tres usa como gagEl espanto como eje. Talento Emergente 2018, más que las ediciones anteriores, viene repleto de consonancias.

El ciclo va a estar en la Cineteca hasta el 1 de octubre. Ya saben, esta lista va en orden ecológico y tiene comentarios que no son ni sinopsis ni críticas ni sugerencias de nada.


14. Carnívoras

(Título original: Carnivores. Escrita por Jérémie Renier, Yannick Renier, Agnès de Sacy, Bulle Decarpentries, Yaël Langmann y Jérémie Guez; dirigida por Jérémie Renier y Yannick Renier, 2018)

Se necesitaron seis guionistas para tomar el mito de Caín y arrastrarlo por una serie de situaciones arbitrarias, lugares comunes e intentos de jugarle a la Susanne Bier o al Brian De Palma. La relación de las hermanas Barni no gira en torno a otra cosa que la envidia y la supuesta ambientación en el mundo actoral no dice mucho que digamos.

Carnivores


13. Las tetas de mi madre

(Escrita por Samuel Pinazo, dirigida por Carlos Zapata, 2015)

Como un videoclip de rap colombiano que se alarga durante 80 minutos. Con una manera distorsionada de presentar los espacios que empezaba a funcionarme muy bien (aunque nunca deja de señalar a la calle como un cultivo de criminales), es otro intento de justificar a la infancia corrompida por la pobreza. A Mente revólver y De la infancia les gusta esto.


12. Goliat

(Título original: Goliath. Escrita por Dominik Locher y Ken Zumstein, dirigida por Dominik Locher, 2017)

La segunda adaptación bíblica de este Talento Emergente se toma nueve meses para gestar a los peores padres del mundo. Goliat plantea una historia de adicción, una historia de desamor y una reflexión sobre la masculinidad y las deja como a la evolución emocional de sus protagonistas: suspendidas.


11. Al abrir mis ojos

(Título original: À peine j’ouvre les yeux. Escrita por Leyla Bouzid y Marie-Sophie Chambon, dirigida por Leyla Bouzid, 2015)

Uno de los personajes comparte mi principal problema con este tipo de historias cuando le grita a sus compañeros: «Todos ustedes son niños ricos». Y tiene razón. La pequeña incongruencia no vuelve a tocarse y las vidas impecables de Farah y sus compañeros de banda no dejan ver las razones del descontento político que había en Túnez en 2010 (hasta que el guion necesita tremendismo). El papel de la juventud en la Revolución de los Jazmines, innegable históricamente, se trivializa.


10. Hoy partido a las tres

(Escrita y dirigida por Clarisa Navas, 2017)

De la forma más sencilla y con la paleta de colores más café posible, compartimos una tarde de contratiempos con Las Indomables, un equipo de futbol femenil de un pueblito jodido en el noreste de Argentina. Sus pleitos, romances y mensajes de texto nos hacen entrar en la ternura de una apasionada hermandad en contraste con los pobres alcances de un gobierno rural e incompetente.


9. Namme

(Escrita y dirigida por Zaza Khalvashi, 2017)

Vaya que se aprovecha el motivo acuático: agua congelada, agua hecha vapor y niebla, agua potable de pozos y servida en vaso de vidrio. Agua ritual y agua enlodada en las calles. Agua que desaparece gradualmente desde que llegó la industria a este poblado inalcanzable de Georgia. Pasó como una hora para que entendiera de qué se trataba la película.


8. Milla

(Escrita y dirigida por Valérie Massadian, 2017)

Para resaltar lo soltera en «madre soltera», una mirada paciente (planos largos y quietos) a la intimidad de una pareja y luego a los tiempos muertos de un embarazo solitario. El contraste sutil entre la alegría de compartir las tardes en pijama con alguien y una etapa de transición que se vive a solas es un tanto desgarrador (para una niña de la edad de Milla).


7. Winter Brothers: La odisea

(Título original: Vinterbrødre. Escrita y dirigida por Hlynur Palmason, 2017)

Quiero suponer que ese subtítulo mexicano («La odisea») hace un intento joyceano de igualar las peripecias rutinarias de Emil, un minero infantil y seguramente al borde de algún tipo de psicosis, con una gesta heroica para nuestra colección personal de nuevos mitos; los pasos de un hombre son los de todos los hombres habidos y por haber.

P.D. Hay una secuencia de retratos muy bonita que la película #1 de esta lista hace todavía mejor. Coincidencias afortunadas.


6. Los débiles

(Escrita y dirigida por Eduardo Giralt Brun y Raúl Rico, 2017)

Una leyenda en la modernidad: John Wick sinaloense quiere vengarse de unos pandilleros beisbolistas y se va a jugar el destino del mundo en un partido de beisbol, que llega como si fuera el último. Su camino es ácido, poblado por magos y demonios en disfraz. Escribí un poco más de ella en el catálogo de FICUNAM de este año.

Los débiles2


5. Tamara y la Catarina

(Escrita y dirigida por Lucía Carreras, 2016)

Segundo año consecutivo de Lucía Carreras en Talento Emergente y otra vez, de manera muy sensible, pone a sus personajes en disyuntivas crueles, pero necesarias. Una premisa que suena a comedia de Adam Sandler (discapacitada mental cuida a una bebé que se robó de la calle) es manejada sin excesos, con una idea básica que está muy lejos de ser complaciente: la soledad es inevitable, pero, cuando servimos al prójimo, parece desaparecer. Al menos por un tiempo.


4. Los silencios

(Escrita y dirigida por Beatriz Seigner, 2016)

Ecos rulfianos: esta película pudo haber sido un cuento por su polifonía, su forma de retratar lo diurno y lo nocturno, el campo, el despojo y la melancolía mundana de gente simple que tiene que sobrevivir en mundos complicados. Reto para colegas y cinéfilos: hablar de Los silencios sin decir «realismo mágico». Buena suerte.


3. El espanto

(Escrita y dirigida por Pablo Aparo y Martín Benchimol, 2017)

Después de tres millones de documentales sobre pueblitos perdidos y la pintoresca vida cotidiana de sus habitantes, por fin uno con sentido del humor. Diego Batlle escribió que la manera en que expone el «patetismo» de sus entrevistados es cuestionable y podría ser una invitación al cinismo. Yo creo que ese atrevimiento es una de sus cartas más fuertes.


2. Félicité

(Escrita por Alain Gomis, Olivier Loustau y Delphine Zingg; dirigida por Alain Gomis, 2017)

Verla hizo que Al abrir mis ojos cayera un par de lugares en esta lista. Cada vez que Félicité canta, lo hace con una angustia diferente, matizada con frustración y cansancio. A diferencia de Farah, ella es una mujer compleja: su obstinación, que al inicio de la película es vista como una fortaleza, la vuelve con el tiempo un personaje lastimero (y no por eso menos fuerte). Puntos extra por Arvo Pärt.


1. Las reglas del todo

(Título original: The Rules for Everything. Escrita por Ilse Ghekiere y Kim Hiorthøy, dirigida por Kim Hiorthøy, 2017)

El orden contra el caos. Madre e hija tratan de lidiar con las fuerzas incontrolables de la vida (la más grande de ellas: la muerte) con un afán organizador que los que somos neuróticos y obsesivos en la vida real reconocemos inmediatamente como inútil contra lo espontáneo y lo imprevisible (el cambio). Una película de instructivos, figuras geométricas, gatitos, blurays robados de Ingmar Bergman y árboles, muchos árboles.

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